¿Qué desearías conseguir en tu trabajo? ¿Qué objetivos quieres alcanzar? ¿Qué plan para tu familia tienes en mente?
Aspiraciones, pasiones, ambiciones, necesidades, urgencias, … Todos tenemos metas a las que quisiéramos llegar, aunque algunos no tengan conciencia de ello o rehúyan ir tras de ellas por falta de confianza.
Luego, estarás de acuerdo que las cualidades personales también influyen en conseguir el éxito. Y es que aspectos como la persistencia, fuerza de voluntad, dotes de comunicación o relaciones humanas, conviene siempre ponerlos en práctica.
Por mi parte, te echaré una mano en la planificación. A continuación voy a explicarte en que consiste y al final podrás descargarte las hojas de trabajo.
Que Sean Factibles
Lo primero es que tengas claro que objetivo u objetivos quieres cumplir.
El segundo paso sería analizar si tus metas son realmente alcanzables.
Igual te sonará lo de analizar si el objetivo es específico, medible, alcanzable y realista. Vamos a ver que significa cada uno de ellos.
Específico. Haz que tu meta no sea muy general como hacer un viaje, conseguir un buen trabajo o pasar cada verano en un pueblo.
Es mejor concretar tanto como te sea posible.
Escribe por ejemplo:
«Quiero hacer un viaje por Escocia en coche durante un mes»
o
«Me gustaría trabajar de cocinero en un restaurante de lujo»
o
«Desearía pasar cada verano con una caravana de alquiler en un camping de la Costa Brava».
Medible. Cuantifica tu meta.
Supongamos que quieres perder peso. En lugar de quiero adelgazar deberías anotar quiero perder doce quilos en tres meses.
Alcanzable. Comprueba que esté dentro de tus posibilidades.
Si quieres correr la maratón de Nueva York que es de unos 43 kilómetros y prácticamente no tienes tiempo para correr diez kilómetros diarios a fin de entrenarte, será muy difícil que logres completarla.
Realista. Evalúa si en tu situación actual más la estrategia que vayas a implementar, conseguirás alcanzar tu objetivo.
Figuremos que tu sueño es alcanzar la cima del Everest. Aunque seas un buen escalador y hayas coronado montañas importantes de Europa, el Everest puede sobrepasar tus expectativas si no tienes en cuenta el esfuerzo físico que supone una montaña de más de ocho mil metros, los permisos del gobierno del Nepal o la inversión económica necesaria.
Que Tengan una Fecha de Vencimiento
Crucial.
Escribirás tus deseos, describirás los pasos a seguir, pero si no pones una fecha tope a cada uno de ellos, todo tu esfuerzo puede irse al traste.
Imaginemos que eres un vendedor de productos cárnicos. Tu trabajo consiste en visitar comercios a pie de calle para ofrecer las piezas de carne de vacuno que distribuye tu empresa. Tus objetivos de ventas están en treinta mil euros anuales.
Está claro que a 31 de diciembre tus clientes tendrán que haber facturado esa cantidad por lo que cada mes deberías marcarte una facturación concreta, y si la sobrepasas o no llegas a conseguirla, sabrás que en los meses posteriores tus ventas habrán de aumentar o disminuir.
El tener una fecha tope sirve de guía. Además, poner un vencimiento da urgencia, compromiso y responsabilidad al Plan.
Créate Hábitos
Aplica cada día fuerza de voluntad para hacer tus deberes o será casi imposible que logres tu propósito.
Cambia poco a poco tu rutina diaria para adaptarte a las nuevas necesidades.
Evalúa cada día si has cumplido con tus expectativas.
Al cabo de un cierto tiempo, mide tus resultados y juzga si lo estás haciendo bien.
Actitud Positiva
Para alcanzar tus objetivos mantén siempre una actitud positiva.
¿Qué implica esto?
Que no te quejes y dejes de culpar a los demás por tu situación. Empieza a actuar. No importa que no te veas preparado. Sencillamente, coge energía, motívate y ponte en marcha.